Nací un 6 de junio de 1995 a la hora de dormir y, como buena géminis/eneatipo 4, pronto comencé a interesarme por todo lo que supusiese un mínimo estímulo mental. Desde muy pequeña, empecé a experimentar un amor por el mar que aún conservo y que jamás lograré explicar... que desembocó en mi sueño más precoz: ser pirata y surcar los siete mares.

Según fui creciendo, mi imaginación se convirtió en mi juguete favorito, y como nunca destaqué por tener ni muchos ni grandes amigos, la lectura, la escritura y el dibujo se convirtieron en mis compañeros de aventuras, a los que más tarde se unió mi hermana pequeña. Desde entonces, no he dejado de soñar despierta (ni creo que lo haga) y leer, escribir y dibujar han pasado a ser parte de mis hobbies principales.

Si hiciésemos un recorrido más rápido, pasaríamos entonces por las cientos de historias inventadas, mi amor por la historia (y mi obsesión por llegar a ser arqueóloga), los videojuegos y juegos de mesa, la creación de mi primer blog en 2010 (este mismo que lees), mi pasión por la música y el cine de animación y la bonita casualidad que me llevó a encontrarme por el camino con quienes hoy considero mi familia: Andrés, Carla, Bohdan y Jako.

Con el paso del tiempo no me convertí en pirata, arqueóloga, bióloga marina, mecánica ni psicóloga (que fueron mis objetivos a lo largo de cada etapa), sino que seguí mi impulso creativo y fue como terminé estudiando Diseño Gráfico y Edición. Descubrí que disfrutaba aprendiendo y enseñando, y que el diseño (gráfico y web) era, si no "lo que me gustaba" (porque no podría decantarme por una sola cosa), algo de lo que no me importaría vivir por el momento.

¿Y qué ocurrió después? Pues que tras un recorrido por la vida que no ha sido todo lo fácil que cabría esperar y varios momentos de vacío, desorientación y crisis existencial, decidí que necesitaba volver a escribir... ¡y fue así como volví por este blog! Es por eso que puede que la mayoría de lo que escribo no tenga ningún sentido: esto es solo un vaciado de mis pensamientos... pero a veces hay gente a la que le gusta leerlo y hasta le ayuda ¡y eso me da la vida!